- Mantener comunicación permanente con los hijos.
- Mantenerse al tanto de los cambios de humor, ánimo, actitudes y conductas.
- Tomar en serio lo que los hijos comenten o señalen.
- Mantener una relación de comunicación permanente con los maestros, orientadores y directivos de la escuela.
- Conocer a las amistades de los adolescentes y jóvenes.
- Informarse de los lugares de esparcimiento a los que asisten y cuáles son las prácticas en esos sitios.
- Echar una mirada en las cosas personales (tablet, computadora, cuarto, etc.) solo para cerciorarse de cero anormalidades.
- Promover una relación de afecto y confianza.
- Sea un referente de autoridad, los adolescentes lo necesitan: mantenga reglas, límites, obligaciones. Es parte de la construcción de su personalidad.
Siempre será recomendable…